jueves, 12 de marzo de 2009

Felicidad sin importar lo que suceda

Porque es uno mismo quien renuncia a ella alimentando pensamientos de desdicha y revolcándose una y otra vez en recuerdos y hábitos angustiosos. Creo en la felicidad, aquí y ahora, siempre.
A veces uno puede confundir euforia, felicidad y paz. Dejar que venga lo que tenga que venir sabiendo que siempre hay cosas que harán disfrutar de la vida a uno.

Recuerdo haber leído una novela sobre un prisionero en un campo de concentración soviético, en Siberia. El pobre hombre era despertado a las cuatro de la mañana y le daban un pedazo de pan. Pensó: "Es mejor que guarde un poco de este pan, porque lo puedo necesitar por la noche. No consigo dormir de tanta hambre. Si como de noche, tal vez duerma."
Después de trabajar durante todo el día, se echó en la cama, se cubrió con una manta que apenas le calentaba, y penso: " Hoy ha sido un buen día. Hoy no he tenido que trabajar al viento helado. Y esta noche, si me despierto con hambre, tengo un pedazo de pan; entonces lo comeré y dormiré bien".

Caminar sobre las aguas, Tony de Mello

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