viernes, 5 de septiembre de 2008

Salir el sol

"Recuerdo aquella hermosa historia del pescador que salió temprano, por la mañana, para pescar, cuando aún estaba oscuro. Su pie tropezó con algo que parecía ser una bolsa, que probablemente había llegado arrastrada por la marea, desde algún barco naufragado.

La recogió, la abrió y se dio cuenta de que contenía pequeñas piedras; las agarró y se entretuvo, hasta el amanecer, arrojándolas lejos, en el mar, para ver si podía calcular, por el ruido que producían, la distancia a que había lanzado cada una. Pues bien, cuando comenzó a amanecer, miró dentro de la bolsa y vio allí tres piedras preciosas. ¡Dios!, ¡había estado llena de piedras preciosas y el no se había dado cuenta! ¡demasiado tarde!, demasiado tarde... ¡No era demasiado tarde! ¡Quedaban tres piedras todavía! No era demasiado tarde, no era demasiado tarde..."

Tony de Mello

2 comentarios:

Blog de alma dijo...

Darse cuenta, esa es la cuestión

Anónimo dijo...

El sol comienza a salir y uno comienza a despertar y contemplar.
El sol comienza a salir y uno comienza a contemplarse a si mismo: las ansiedades,los temores, el sufrimiento....el entusiasmo,la alegría..la calma,..el silencio.
El sol comienza a salir y uno comienza a contemplar el mar,..la playa,..el cielo,..(¿Las piedras preciosas?)