"Sencillamente, has formado una armadura con el pensamiento y no te permites que te afecte lo que ocurra...
...Se acabó el pensamiento...
Cada vez que me sentaba empezaba de nuevo. La vibración era parecida a un ataque epiléptico...
Como ya no hay nadie que utilice el pensamiento como mecanismo de autoprotección, éste se quema y se volatiliza por completo.
Una experiencia así te lleva al origen. Estás otra vez en el estado de consciencia primitivo, primordial...
Llámelo como quiera, en este estado los acontecimientos se producen y no hay nadie para interesarse por ellos, nadie para observarlos.
Van y vienen a su aire lo mismo que corre el agua del Ganges"
U.G. Charlas con un iluminado contestatario.
lunes, 9 de febrero de 2009
El estado natural, la liberación del cuerpo
Cuando el pensamiento comienza a aquietarse, las defensas se aflojan. El cuerpo se relaja y desbloquea su energía liberando todas las tensiones. Uno está en camino hacia su estado natural.
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