lunes, 27 de octubre de 2008

Callado por dentro


"Qué poco hace falta para la felicidad! … precisamente las cosas más mínimas, las cosas más suaves, las cosas más ligeras, el ruido de una lagartija, un aliento, un guiño, una mirada; con muy poco se consigue la mejor felicidad. Quédate quieto.”

Nietzsche

Acaso será cierto que la felicidad es incausada, o incausada exteriormente.
Dependiendo sólo de nuestro mundo interior, de nuestro centramiento,
de estar en conexión con la sensibilidad y dejar espacio para que las formas brillen.

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